Estamos ante una ruta corta, 24,2 km, pero muy interesante en cuanto a paisajes y panorámicas. No es mucho el desnivel positivo acumulado, 941 metros, pero sí que está muy concentrado por lo que podemos catalogar a la ruta como dura.

La primera ascensión se inicia de salida a la aldea de Turza. Es la parte más dura de la subida que culmina en Bonicaparra, actualmente un refugio de montaña, pero donde antiguamente existió un poblado del que no quedan restos.

Tras unos kilómetros de sube y baja por la parte alta de la ruta, coronamos el Collado de Marulla, donde podemos disfrutar de una buena panorámica, y afrontamos un rápido descenso que nos conduce a Ezcaray pasando previamente por el despoblado de Cilbarrena. Un descenso que no presenta dificultades técnicas reseñables.