El Camino de Santiago fue uno de los ejes sobre los que se construyó la España medieval, un camino que facilitó la entrada en la Península del arte, la cultura y las nuevas ideas de la floreciente Europa. También transformó el comercio y la concepción de las ciudades. Si bien los Caminos a Santiago fueron múltiples, con el tiempo se van concretando en determinadas rutas, aquéllas que favorecidas por reyes y órdenes monásticas, estaban jalonadas de monasterios y hospitales que auxiliaban y protegían al peregrino. Señalización: flecha, concha y cruz de Santiago. La mayoría de los peregrinos llegan a Santiago por el llamado «Camino Francés», pero existen otras seis rutas históricas por las cuales se puede hacer el camino Santo. La vía francesa es la más transitada y la más promocionada, entra en España por Roncesvalles y Somport, en los Pirineos y atraviesa las comunidades autónomas de Aragón, Navarra, La Rioja, Castilla y León y Galicia.
La segunda ruta conocida es la del «Camino Norte». Entra en Galicia por Ribadeo, desde la costa, y por A Fonsagrada, desde el interior, una vez recorrido la costa española del Cantábrico a partir de Irún atravesando Euskadi, Cantabria y Asturias.
Fue hasta el siglo X el más frecuentado. Los peregrinos procedentes del norte de Europa y de las Islas Británicas hacían su peregrinaje por mar siguiendo el denominado «Camino Inglés», desembarcaban en el puerto de la Coruña o en el de El Ferrol y desde allí continuaban a pie hasta la Catedral. También entra en Galicia el Camino Portugués que tiene tambín una variante que alcanza la frontera española por Chaves y, ya en Galicia, se une al Camino del Sureste por Verín. La mayoría de los peregrinos llegan a Santiago por el llamado «Camino Francés», pero existen otras seis rutas históricas por las cuales se puede hacer el camino Santo.
La vía francesa es la más transitada y la más promocionada, entra en España por Roncesvalles y Somport, en los Pirineos y atraviesa las comunidades autónomas de Aragón, Navarra, La Rioja, Castilla y León y Galicia. La segunda ruta conocida es la del «Camino Norte». Entra en Galicia por Ribadeo, desde la costa, y por A Fonsagrada, desde el interior, una vez recorrido la costa española del Cantábrico a partir de Irún atravesando Euskadi, Cantabria y Asturias.
Fue hasta el siglo X el más frecuentado. Los peregrinos procedentes del norte de Europa y de las Islas Británicas hacían su peregrinaje por mar siguiendo el denominado «Camino Inglés», desembarcaban en el puerto de la Coruña o en el de El Ferrol y desde allí continuaban a pie hasta la Catedral. También entra en Galicia el Camino Portugués que tiene tambín una variante que alcanza la frontera española por Chaves y, ya en Galicia, se une al Camino del Sureste por Verín.
La quinta ruta hacia Santiago de Compostela es el «Camino del Sureste – Vía de la Plata». Surge de la prolongación hasta Galicia de la calzada romana que comunicaba las ciudades de Mérida y Astorga. Entra en Galicia por A Mezquita, y desde A Gudiña cuenta con dos ramales que atraviesa numerosos pueblos gallegos hasta alcanzar su destino. Otra vía elegida por los peregrinos es el «Camino de Fisterra-Muxía». Durante la Edad Media algunos peregrinos, después de venerar la tumba del Apóstol, seguían viaje hasta Cabo Neiro (Finisterre), considerado el fin del mundo. El último camino utilizado por los creyentes es la «Ruta Marítima de Mar de Arousa y Río Ulla» que conmemora la llegada en barco del Apóstol Santiago desde Palestina. Tiene dos puntos de entrada en Galicia y se funde en Padrón con el Camino Portugués.
De Los Arcos a Logroño
Antes de comenzar la sexta etapa del Camino, que conducirá a los peregrinos a Logroño, éstos pueden disfrutar de un paseo por la Calle Mayor de la noble villa de Los Arcos, detenerse ante las fachadas de sus señoriales casas y contemplar los blasones que las decoran. Camino de Santiago en La Rioja
Después, el viajero puede entrar en la Iglesia Parroquial de Santa María -levantada en el siglo XVI- y admirar los distintos estilos artísticos que atesora; el bello claustro gótico, la talla de una virgen también gótica (S. XIV), la sillería del coro es de 1561, los retablos mayor y laterales son barrocos, la torre renacentista y la portada plateresca.
El recorrido del sexto día de peregrinaje, tras abandonar Los Arcos, conduce a los caminantes en primer lugar a Sansol, municipio que conserva una iglesia del siglo XVIII, San Zoilo. Posteriormente entra en la villa de Torres del Río, donde se alza una interesante iglesia funeraria románica de planta octogonal e influencias mudéjares. Fue erigida por la Orden del Santo Sepulcro en el siglo XII. A esta iglesia la llaman popularmente «Linterna de los muertos», pues según cuenta la tradición existía la costumbre de encender un fuego en lo alto de la linterna cuando algún peregrino fallecía en las proximidades o en el hospital para peregrinos que aún se conserva.
El camino continúa después su trayecto hasta Viana, declarado Principado en el siglo XV por Carlos III el Noble, título que ostentaba el heredero de la Corona de Navarra. En esta principesca villa el viajero puede admirar la magnífica portada renacentista de la Iglesia de Santa María, construida entre los siglos XIV y XVI. Por su grandiosidad parece una catedral, posee cinco naves, once capillas y una espaciosa girola. En su interior hay un retablo lateral dedicado al Apóstol Santiago.
El peregrino también puede disfrutar aquí de las ruinas de la Iglesia de San Pedro y de las hermosas fachadas blasonadas que jalonan esta ciudad. Después de dejar atrás a la hermosa Viana, el Camino se despide de Navarra y entra en La Rioja, tras cruzar un viejo puente de piedra de origen jacobeo penetra en Logroño, destino final del sexto día de ruta.
De Logroño a Nájera
En Logroño el peregrino puede disfrutar de una ciudad cuyo casco antiguo conserva toda su atmósfera de burgo medieval. La Rúa Vieja -la travesía más antigua de la Capital riojana- y la Calle Barriocepo son los viales que utiliza utiliza el peregrino para atravesar esta villa, no sin antes detenerse ante la Iglesias de Santiago el Real, con una imagen del siglo XVII que representa la aparición del Apóstol en la batalla de Clavijo; Santa María del Palacio, que posee un retablo del siglo XVI de Arnao de Bruselas, una de las obras más importantes del manierismo hispano; San Bartolomé, de estilo románico y gótico, -e incluso, mudéjar-; y la Concatedral de Santa María la Redonda, un hermoso templo gótico coronado por dos torres barrocas. Camino de Santiago en La Rioja
El viajero sale de la ciudad por la puerta del Camino, y continúa el trayecto hasta Navarrete, donde antes de llegar descubrirá los restos del Hospital de san Juan de Acre, mandado construir en la Edad Media por doña María Ramírez. Cruza después la villa por la medieval Calle Mayor -sigue el mismo trazado que impuso la peregrinación- en la que se alza la Iglesia de la Asunción, del siglo XVI, y la abandona pasando al lado del cementerio que conserva la portada del Hospital antes mencionado y capiteles jacobeos.
La ruta transcurre después hacia la conocida Nájera, cuna de reyes y corte del reino Pamplona-Nájera en tiempo del rey Don García. Esta real villa fue etapa del Camino a partir del año 1030, en que Sancho el Grande decide desviar el itinerario de los peregrinos. Su hijo García IV mandó después edificar el Monasterio de Santa María la Real y un albergue fijando así, definitivamente, su carácter de ciudad de peregrinación. El Monasterio, un magnífico templo gótico edificado sobre otro anterior a principios del siglo XV, acoge el claustro y el sepulcro de Doña Blanca, el de Diego López de Haro, el panteón de los Reyes y el Coro, obras maestras de su época.
De Nájera a Santo Domingo de la Calzada
La octava jornada del Camino se despide de Nájera, pero antes de continuar su trayecto hacia Azofra se desvía de la ruta jacobea para conducir al peregrino a los santuarios de San Millán de la Cogolla, que, aunque ajenos a la peregrinación, sí tuvieron un enorme peso en la España cristiana medieval. En San Millán se hallan dos de los más conocidos e importantes de España, los monasterios de Suso, siglo VI al XI -probablemente el más antiguo de la Península Ibérica-, y Yuso, siglo XI. Camino de Santiago en La Rioja
Ambos son la cuna del idioma castellano, aquí se escribieron las primeras palabras de una de las lenguas más importantes del mundo. Recuperada la Ruta Jacobea, ésta continúa hasta Azofra -pueblo que contó con un hospital y una iglesia destinada a dar sepultura a los peregrinos-, entrando después en los municipios de Cirueña y Hervias. Finalmente el Camino llega a Santo Domingo de la Calzada, una de las etapas más importantes de la ruta Jacobea, que atraviesa la villa de parte a parte.
Esta bellísima ciudad conmemora con su nombre a un monje -elevado a Santo- que dedicó gran parte de su vida a facilitar el paso a los caminantes, construyendo él mismo el puente que salva el Oja y la calzada que une su ciudad con Redecilla. A Santo Domingo se le atribuyen diversos milagros, entre ellos el más conocido es el acaecido unos 300 años después de su muerte y que es conocido popularmente con el nombre de la Leyenda del Gallo y la Gallina.
Estos maravillosos hechos atrajeron durante siglos a los peregrinos, que llagaban a Santo Domingo de la Calzada -erigida ciudad en 1134 por concesión de Alfonso XI-, deseosos de contemplar alguno.
Una vez en Santo Domingo, el viajero debe visitar la Catedral, magnifico edificio iniciado a mediados del siglo XII y concluido ya en época gótica, que conserva, entre otras valiosas obras de arte, el mausoleo del Santo y un retablo mayor de estilo renacentista. También destaca su torre del siglo XVIII. La ciudad conserva además la hospedería que fundó Santo Domingo, aunque fue reconstruida en el siglo XIV y actualmente lo ocupa un parador de turismo.
De Santo Domingo a Belorado
La novena etapa del Camino abandona La Rioja y entra en Burgos. Tras dejar Santo Domingo de la Calzada la Ruta continúa hacia Grañón, donde poco antes de llegar el peregrino se encuentra con la «Cruz de los Valientes», que recuerda el escenario de un «Juicio de Dios» entre los representantes de Grañón y Santo Domingo, por la posesión de una dehesa. Ganó el pleito Martín García, de Grañón, que desde entonces es recordado como héroe local. Camino de Santiago en La Rioja
El caminante halla aquí un ejemplo del típico urbanismo jacobeo, con una alargada calle principal. Posee además el pueblo una iglesia parroquial, san Juan Bautista, que atesora un maravilloso retablo mayor renacentista.
Posteriormente el recorrido deja la Rioja y penetra en Burgos a través de Redecilla del Camino, municipio asentado a ambos lados del Camino. Durante la Edad Media poseyó hasta tres centros de asistencia al viajero. El romero puede aquí orar en su Iglesia de la Virgen de la Calle, levantada en el siglo XIV y reedificada en los siglos XVII y XVIII y que posee una magnífica pila bautismal románica del siglo XII. La localidad conserva también un antiguo hospital de peregrinos, San Lázaro.
Una vez finalizado el recorrido por Redecilla, el Camino continúa hacia Castidelgado donde hubo hace mucho un monasterio y hospital dedicadas a la advocación de Santiago Apóstol. En la actualidad, conservan la casa solariega de los condes de Berberana, así como la iglesia de San Pedro (S. XVI) y la ermita de Santa María del Campo, con portada del siglo XVIII.
El siguiente pueblo en aparecer en el trayecto de la Ruta Jacobea es Viloria, patria de Santo Domingo de la Calzada, aquí nació el santo en el 1019 y fue bautizado en la pila bautismal que aún se conserva en la iglesia parroquial, Nuestra Señora de la Asunción. Después cruza Villamayor del Río y finalmente alcanza Belorado, fin de trayecto de la novena jornada del Camino.
Esta empresa ha recibido una subvención del Gobiernos de La Rioja, en la convocatoria 2022 de subvenciones a empresas turísticas de La Rioja.
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